Lo que me inspiró a escribir El Vuelo de Lila fue el interés por reflejar las diferencias del contexto rural y urbano en un país de ingresos medios bajos así como la discriminación que sufre la población indígena. Elegí describir la vida de una joven que vive en la zona rural del país y cómo su vida cambia cuando se muda a la gran ciudad. Dada la cantidad de todo tipo de cables eléctricos e informáticos descubiertos que cuelgan alrededor de tu cabeza en algunos de estos países, encontré un narrador que pudiese usarlos como medio de transporte para narrar la historia de Lila.
El Vuelo de Lila, describe la vida de una adolescente de una comunidad indígena rural en Centroamérica y cómo su pasión por la música la lleva a luchar contra la discriminación y vencer la adversidad como cantante-activista. El narrador viaja a través de los cables eléctricos del país de Lila, revelando desafíos de infraestructura y ofreciendo una ventana a la vida de Lila y su comunidad.
“El hombre salió de su taxi y pasó corriendo debajo de mí. Se detuvo. Sacó algo del bolsillo, que intenté leer, pero estaba tan oscuro que volvió a guardarlo. Me revolví en el interior de mi cable negro buscando la manera de acercarme a la farola más próxima. Pero el interior de estos cables de plástico sucio es siempre un lío. Está lleno de un montón de hilos de metal enredados que nunca sé bien cómo se conectan. ¿Cuál sería? Elegí el verde, que ya había funcionado otras veces. Lo agité más y más y más, y en un instante, ese instante que solo da la velocidad de la luz, alcanzó la farola más cercana”.